Ya estáis casados. Todo ha salido perfecto, o no, pero da igual, sois felices. Los nervios pasaron por fin y vosotros seguís con la resaca del baile. Hacéis las maletas corriendo y salís dirección aeropuerto. ¿Llevaremos todo lo necesario? Pausa.
Organizar cualquier viaje requiere de mucho tiempo de preparación y, si hablamos de la luna de miel, mucho más. De hecho, el primer quebradero de cabeza con este tema es elegir el destino perfecto.
¿A dónde nos vamos?
El mundo no es precisamente pequeño y si sumamos el crecimiento del sector turístico a nivel mundial, en el que cada vez nos gusta más conocer nuevas culturas y sentirnos realmente lejos de casa, la decisión se complica.
Pues bien, el principal consejo que se puede dar a cualquier pareja que vaya a organizar su luna de miel es que vayan a donde ellos quieran. Olvidaros de Tailandia solo porque vaya todo el mundo. Olvídate de Nueva York si realmente no te gustan las ciudades. No pienses en islas si lo que quieres es moverte en tren por toda Europa. Sé tú. Sed vosotros.
Y nuestro segundo consejo es que no vayáis a una agencia diciendo que os organice la luna de miel sin tener vuestros gustos claros de antemano. Insistimos: pensad en vosotros primero!
Para ello, os proponemos unos pasos muy sencillos para elegir vuestro destino ideal. No tenemos la verdad absoluta ni varitas mágicas, pero sí unos trucos que pueden funcionar y ayudaros, aunque sea, a orientar la decisión.
1. Lluvia de ideas
A lo loco. Empezad a decir destinos que os llaman la atención, que os gustan, que habéis visto en Internet, en Pinterest, en la tele, donde sea. Sin pensar en precios, en dificultad, en idiomas ni nada de eso. Un clásico brainstorming. Anotad todos estos destinos en un papel.
2. Filtro individual
Cada uno, de manera individual, seleccionará aquellos 10 destinos que más le gusten de la anterior lluvia de ideas. Aquí podéis ir empezando a pensar en varios factores a tener en cuenta: el presupuesto, el clima, las actividades, etc. Pero todavía sin buscar información.
3. Puesta en común
De nuevo, compartiréis la lista y los dos diréis cuáles son vuestros lugares favoritos. Aquellos en los que hayáis coincidido, serán los candidatos a buscar en profundidad. Si en este punto, vuestras decisiones no son iguales en ningún caso, tranquilos, hay un plan B: en vez de pensar en lugares, pensad en estilos (playa o ciudad, relax o aventura, recorrido o único sitio, etc.) y después id pasando el filtro de manera conjunta, dando cada uno sus motivos hasta llegar a un acuerdo.
4. Búsqueda de información
Se trata de una búsqueda muy rápida. Podéis entrar en el buscador de Skyscanner (con vuelos más baratos) e introducir los datos de las fecha aproximadas para comprobar los precios de cada destino finalista. Anotadlos al lado. Después, otra búsqueda rápida en Booking (nuestro buscador de hoteles favorito) y anotad el precio medio de la estancia en ese lugar.
Sumad estos dos conceptos y tendréis una idea aproximada del presupuesto necesario para cada lugar (a falta de compras, comidas y demás actividades). Es solo orientativo.
5. El clima
Por supuesto, es fundamental conocer el clima y las diferentes estaciones del año en cada uno de nuestros lugares favoritos (épocas de lluvias o tormentas, olas de calor…).
6. Los finalistas
Lo ideal sería que llegados a este punto tengáis 3 o 4 destinos, como mucho, entre los que elegir finalmente. Y entonces sí, es momento de buscar en profundidad toda la información sobre ellos y aventuraros a hacer todo el proceso por vuestra cuenta (si tenéis tiempo y os gusta) o contratar a una agencia de viajes.
¡Estos trucos sirven para cualquier viaje que hagáis! Esperamos que os haya gustado y servido para algo, no dudéis en visitadnos y estar al tanto de muchos más trucos y novedades sobre viajes, bodas y decoración.